Puedo recordar aquel lugar donde nuestras miradas se cruzaron por primera vez. Por primera y tal vez última vez.
Eramos dos desconocidos que nos conocíamos, que nos habíamos visto ya en sueños, ilusiones, en cuentos.
Algo en ti me atrapó para siempre, tal vez esos ojos, tu sonrisa, o tu voz. Tu manera de tratarme, de hacer preguntas que ya habías contestado. ¿Por qué? ¿para escucharme? Caminamos a la par, los 4 segundos mas reconfortantes. Necesitados de amor los dos, de amor verdadero nos encontramos, nos hablamos, nos conocimos, nos besamos y... ay! como odio las despedidas!
lunes, 22 de octubre de 2012
Desconocidos.
Lo único que puedo hacer es mirarte, será porque te amo y a la vez te temo? Será porque no terminé de conocerte aún? Mi vida y la tuya estuvieron juntas, pero no eramos nosotros. Eran otras personas que nos odiaban, no nos dejaban salir. Nuestras cartas, nuestras canciones, nuestros días de sol, nuestros besos, nada de eso pasó. Desconocidos que nos odiaban nos abandonaron y nosotros dos nos temíamos, temíamos odiarnos aún mas, temíamos temernos.
-H.H
-H.H
Vivo.
Él es lo que me impulsa a seguir. Su cariño, su felicidad,
su ternura, su sonrisa, la energía que irradia.
Él me alimenta cada vez que sonríe, cada vez que me mira me
siento viva. A pesar de sentir el odio de todos, su amor me envuelve creando
una capa que me protege. La que tal vez no me protege superficialmente,
pero guarda mi corazón para que
siempre vuelva a ser el mismo cuando me
sonríe, cuando me mira, cuando me envuelve con su amor.
Eso es todo. Amor. Mi razón de sonreír todos los días. Mi razón de salir a las
calles solo para verlo, desde lejos no importa, lo veo y vivo.
-H.H
Suscribirse a:
Entradas (Atom)