lunes, 29 de abril de 2013

Creímos que la mirábamos. Pero era ella quien nos observaba con cauteloso sigilo, y aún así  estando separados, ella seguía mirándonos sin disimulo. Creímos que la mirábamos aquel día de Abril, dónde el Sol había dejado atrás sus pasos y ella se asomaba por el horizonte, entre las nubes, grande y amarilla. Y era ella quien nos miraba. No dijimos nada, porque las palabras sobraban. Estábamos disfrutando nuestra compañía sin prejuicios, donde nuestro amor surgía de nuestros poros, pero de nuestras bocas no salía nada. Me miraste y yo no pude. Porque, oh cariño... me pierdo en tus ojos. Entro en el abismo del amor y el control es inalcanzable una vez allí.
No hay estrellas esta noche.
Es como la luz ciega que hay en nuestros corazones,
oscura,infinita...

Y me doy cuenta que la vida es tan frágil
como aquella mariposa que vuela entre los dos
transformando nuestro amor en un simple suspiro.

Oh cariño...
Si supiera lo que es amar,
si supiera lo que es vivir mientras se muere,
tantas cosas yo haría por ti.

Pero la noche me retiene.
Solo la noche,
sin estrellas,
sin luna,
porque ellas me piden a gritos que vaya,
que corra a abrazarte
y no vuelva jamás.

H.H