Lluvia, llanto de las nubes, del cielo. Llanto que cae sobre mis hombros. Llanto feliz, llanto triste.
Alimento de las almas, mar de los pequeños. Oh, lluvia. Estas ahí y yo estoy aquí y estamos las dos juntas.
Lluvia torrencial, música de gotas, estás tan cerca y no te siento.
Empápame la piel, cámbiame, desnúdame, hazme vivir. Empapame la piel y el alma, el cuerpo y la mente, te quiero gritar. Transfórmame en una laguna. De las pacíficas y profundas, de las agitadas y las bajas, transfórmame. No existen los peros ni los miedos en tu mundo, en mi mundo, en nuestro mundo.
El viento, tu mas fiel aliado. El cielo, tu corcél blanco. Ambos para ti, para mí, para nosotras.
Es que eres tu y yo. Nosotras. Empapémos el mundo, construyamos sonrisas. Lavemos todo y dejémolo todo nuevo. Como cuando naciste y nací y nacímos, todo era nuevo. No existen los peros ni los miedos, y tampoco los errores. Oh, lluvia empapada de lágrimas, qué es el error? El error, amiga mía, es la lección de la que nunca aprendiste.
viernes, 21 de junio de 2013
Día 24. Acá.
Tengo que dejar de pensar tanto. Dejar las cosas pasar, dejarme llevar.
Relajarme de una vez por todas, ser como las plantas y dejar todas mis dudas para poder dar amor sin condición. Porque, qué otra cosa importa si no?
Vivir, sí. Eso es lo que quiero.
Y hoy, no sé si estoy neutral o directamente estoy sin ganas de hacer nada porque recien terminé de comer y comí mucho.
No sé, palabras sueltas o oraciones son mejor.
Ayer estaba triste y no me acuerdo bien por qué. Hay tantas cosas por las que estar triste y tantas cosas por las que estar feliz. Hay que encontrar el punto medio.
Ayer, pensando en lo insignificante que somos en el Universo, dije: Nada de lo que hagamos importa realmente. Y mi papá me dice: Tenes toda la razón. Nada de lo que hagamos importa realmente, lo que importa es con la intención que lo hagamos.
Y me dejó pensando.
Siempre me deja pensando.
Me dan muchas ganas de viajar, lejos, bien lejos. No sé. Necesito volver a sentir esa euforia, esa adrenalina que sentís cuando no tenes a dónde ir, y lo único que podes hacer es seguir andando, feliz. Una vez que empezás a viajar no podes parar mas.
Y los días se me hacen de pocas palabras.
Relajarme de una vez por todas, ser como las plantas y dejar todas mis dudas para poder dar amor sin condición. Porque, qué otra cosa importa si no?
Vivir, sí. Eso es lo que quiero.
Y hoy, no sé si estoy neutral o directamente estoy sin ganas de hacer nada porque recien terminé de comer y comí mucho.
No sé, palabras sueltas o oraciones son mejor.
Ayer estaba triste y no me acuerdo bien por qué. Hay tantas cosas por las que estar triste y tantas cosas por las que estar feliz. Hay que encontrar el punto medio.
Ayer, pensando en lo insignificante que somos en el Universo, dije: Nada de lo que hagamos importa realmente. Y mi papá me dice: Tenes toda la razón. Nada de lo que hagamos importa realmente, lo que importa es con la intención que lo hagamos.
Y me dejó pensando.
Siempre me deja pensando.
Me dan muchas ganas de viajar, lejos, bien lejos. No sé. Necesito volver a sentir esa euforia, esa adrenalina que sentís cuando no tenes a dónde ir, y lo único que podes hacer es seguir andando, feliz. Una vez que empezás a viajar no podes parar mas.
Y los días se me hacen de pocas palabras.
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