martes, 6 de agosto de 2013

Toallas mojadas arriba de la cama IV

Odio el momento en que termina una película y ponen una canción feliz para hacerte sentir mas nostálgica que de costumbre, me dan arcadas, ganas de romper todo. Ese momento en que termina una película o un libro y ya no sabés que hacer de tu vida.
No sé si el odio que puedo llegar a sentir es, en realidad, una forma de amor tan raro y misterioso que genera en mí un sentimiento contrario. Como un auto yendo en contramano. Me encanta ir en contramano.
También me encanta espiar a los vecinos, aunque creo que la palabra espiar es demasiado exagerada. Cuando entran a su casa apago todo lo que hace ruido y escucho sus conversaciones mientras tomo un té. Me gusta saber que hay gente que también tiene problemas.

Toallas mojadas arriba de la cama III

Hoy es como si todo se hubiera parado, como si todo lo que existía ayer para mí era solo una ilusión, un sueño de esos que parecen tan reales.
Hoy no brilla el sol y no me pongo triste ni digo que es un día de mierda, hoy no pienso en las promesas que hice, ni en los planes, ni en las personas que conozco. Hoy mando todo allá, a lo oscuro, a ese rincón que se traga todo y que me encanta, porque sé que nunca vuelven. Hoy escucho Franny Glass pensando en nadie, lo que creía imposible. Paren los autos, sáquenlos, destierrenlos del planeta, saquen los edificios, las licuaduras, las motos, las cortadoras de césped, todas las tijeras y los teléfonos. ¿Alguien podría hacer eso sólo por un día?