viernes, 10 de mayo de 2013

Otoño.

Miro por la ventana y allí estas,Otoño, decorando la ciudad y siendo testigo de nuestros pasos. Y escucho el cantar de las hojas con el viento y el sonar de su voz que ahora me resulta tan monótona, o quisiera que me resultara.
Sé que me gustaría curarme de tí en unos días, como alguna vez dijeron, pero es difícil olvidar lo vivido. Es por eso que me gustaría ser como aquel otoño, que es la muerte, el silencio, el abismo de las flores y como aquella primavera, donde todo vuelve a nacer y los recuerdos quedan enterrados, secos, muertos. El cielo es gris y el viento es una caricia, caricia de Otoño. Me gustaría que sean tus manos, pero me conformo con la soledad, soledad de Otoño. Sé que me siento bien sola, analizado cada lugar, cada objeto, cada persona, pero a veces la soledad me invade y te necesito, como las flores que necesitan la muerte del otoño para volver a nacer.

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