El amor, querido mío, el amor nos lastima. Nos destruye y nos vuelve a parir. Pero no es el nuevo nacimiento lo que duele, sino esa agonizante experiencia de ser asesinada, destruida, revocada de este planeta por el amor. Y ese nuevo nacimiento, querido mío, nos vuelve uno con el universo, y puedes sentir tu voz en las plantas, en el viento, en los ríos. Puedes sentir cuanto te amo.
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