martes, 18 de junio de 2013

Día 21. Miedo.

Sueño contigo. Si, sueño con acariciarte, con decirte: vení. y abrazarte.  Sueño a que te llamo, te tomo la mano y te beso. Un beso eterno, inolvidable. Un beso que lo cura todo. Cura las heridas de ayer y de mañana, disuelve las preocupaciones y amarra las dudas a una balsa de corazones, corazones que se las llevarán a la deriva por el mar. Las conducirán juntos hacia ninguna parte para que se hagan agua y sal. Sueño con un abrazo que hará sentirme amada. Es que tus caricias son eternas amor mío, y sin ellas, qué haría?
Sueño y también me asusto, me asusto de la vida, del amor. Me asusto de mí misma. Todo es tan nuevo para mi, que cuando llega el momento y te veo ahí, digo: Oh Dios, qué he hecho? Por qué caí en el amor esta vez? Tan así, tan fuerte...
Te veo y el miedo viene hacia mi como una ráfaga de viento frío y helado, me congelo, me asusto todavía mas. Respiro, adentro, afuera, me convenzo a mi misma, me hablo a mi misma tratando de tranquilizarme, pero sé que no me escucho y que no me voy a escuchar, porque el miedo me invade.
Y cuando ya estoy dentro del baile, ya estoy cocinandome todo se desvanece y trato de hacer como si nada pasara, como si cuando te viera todo fuera una especie de amistad y nada mas, actúo como si cada vez que me tocaras no sintiera nada, ni electicidad, ni ganas de volar, nada... Me transformo en una piedra. Pero hasta las piedras deben sentir mas cosas que yo en ese momento.
Así  que lo nuestro, lo mio y lo tuyo, se reduce a una especie de amistad. Nos mentimos, supongo yo... Y luego pienso, y que patético es todo. El amor nos vuelve así acaso? El amor nos saca de nuestro cabales, nos hace tirarlo todo por la borda, dejarlo todo, desde nuestro orgullo hasta nuestra lógica. Porque en realidad, que importa todo eso cuando queres a alguien de verdad? Nada. No importa nada en esos momentos. Simplemente nuestra mente trata de mantenerlo todo como estaba, sin cambios, sin nada pero la vida no es así. Ya dije que la vida es un constante cambio, asique, juguemos con ella, perdamos nuestro orgullo, nuestra lógica. Y
o por vos hago todo eso y más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario