martes, 18 de junio de 2013

Día 22. Perdida.

Día veintidos. Me sorprende la velocidad de los días y el tiempo. También la velocidad de la vida, la prisa que tiene en llegar a la meta. Pero, a qué meta se dirige?
El  día anterior hablé del miedo al amor y  a la vida que es muy probable que padezca.
A veces siento que al amarlo me pierdo a mi mísma. Ni yo me reconozco. Trato de reencontrarme en el canto de los pájaros, en los caminos que seguía, en las canciones que escuchaba. Y, de cuando en cuando, deseo que todo vuelva a ser como antes. Por eso cuidado con lo que deseas, con lo que piensas.
A veces me siento atada, enjaulada, sometida a ser o actuar de una manera. Pero siguen habiendo dos bandos en mi, dos voces. Cuando estoy sola deseo tenerlo cerca mío, abrazarlo, besarlo. Y cuando sucede quiero estar sola, escapar, salir corriendo.
Mierda. Sí, mierda.
No estoy preparada para ninguna clase de relación.
O tal vez si.
O tal vez no.
Mierda. Si, mas mierda.
No sé lo que quiero ni lo que siento, en este preciso momento no puedo desatar esa maraña de sentimientos que tengo en la cabeza o en el corazón. No sé.
Cómo es posible que, queriendo tanto a alguien, me de miedo el amor?
No me gusta programar cosas, ni planificarlas. Y mucho menos me gusta planificar verme con él, encontrarnos en tal hora y tal día, en tal lugar. No!. Me gusta lo casual, estar comprando y ¡oh! encontrarme con el. Tener algo de que hablar. Evitar ese estúpido e incómodo momento de verlo llegar, ver sus ojos, sentir sus nervios, sentir los mios, y entre ambos colapsar como un Big Bang.
Y no exagero. No.
Me gustaría que todo fuera casual como antes. Pero igualmente, sé que antes no era casual.  Ambos buscabamos las circunstancias, las coincidencias perfectas. Pf. Por favor.
Creo que me siento enojada con cómo el amor me hace actuar. Mi mente está enojada, aclaro. No hay lugar para mí en este momento. Al menos me alegro de darme cuenta.
A veces me gustaría volver a sentir eso que sentía cuando salía a caminar y no tenía que andar preocupandome en si me lo iba a encontrar o no. Creo que me falta esa libertad.
Tal vez sea muy insegura de mi misma. Porque cuando me habla o  me dice cosas, pienso: Qué mierda! Qué me ve?
Y siento que en algun momento, tarde o temprano, va a salir corriendo asustado. Asustado por todos esos sentimientos encontrados que voy a seguir sintiendo hasta que aprenda a manejarlos,  por todas las veces que le voy a decir: "No, hoy no. Hoy quiero estar sola."
Ahora siento que unas vacaciones lejos me vendrían bien, para alejarme un poco de todo. Y resolverlo fríamente.
Voy a comprarme algo rico para comer. Algo lleno de dulce y chocolate. Para acabar con todo esto.

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