domingo, 23 de junio de 2013

Día 27. Beso inexistente.

Dos, siete. Wow, ya casi llego al final del desafío. Tengo que admitir que me ayudó mucho a tomar la costumbre de escribir mas seguido. Me gusta, me gusta...
Estoy segura de que no voy a poder pasar ni un día sin escribir o publicar algo.
Dos, siete.
Me acuerdo cuando empezaba todo, cuando los primeros días no me imaginaba que iba a pasar lo que pasó, que me lo iba a decir todo!
Wow. Cuantas cosas pueden pasar en un mes. Tantas, tantas.
Todavía no le doy un beso, no. Es la segunda vez que le corro la cara. No sé por qué, simplemente no tengo ganas. O tal vez lo único que tenga sea miedo.

La luna brillaba nueva en su segundo día de invierno. Iluminaba nuestros rostros y de reojo podía espiarte mirándome.
El final del camino. La despedida. La despedida que habías estado esperando, y la que yo estaba tratando de retrasar.
-Bueno-dijiste.
-No vas a intentar nada, no? - y un suspiro me salió del alma mientras miraba hacia arriba, como si eso ayudara. Sabía la respuesta.
-Por qué?
-Porque no...
Suspiramos. Los suspiros podrían reinarnos. Lo hacen.
-Podemos solo irnos? -dije tratando de ocultar mis nervios, mis miedos, tratando de entender cómo podías quererme tanto.
-No... esperá -y me agarraste del brazo. Trataste de detenerme.
-No. Soltame.
-Pero... por qué? No entiendo...
Las palabras no salían de mi boca, lo juro.
-No sé, porque no y listo.
-Pero por qué? Esperá... -otra vez tu mano, mi brazo.
-No, en serio, no.
Te detuviste. Te escuché.
-Bueno - y nunca te había escuchado mas decepcionado. Te fuiste. Te escuché.
Y en todo ese tiempo no te dirigí ni una mirada. Porque no puedo mirarte, no puedo. Y todavía no lo sabes.

Y nuestro beso es inimaginable.  Ese beso que lo sellaría todo todavía no existe. Porque mis miedos todavía me gobiernan. Pero no es tan fácil como dicen o como hacen creer. No sé como actuar frente a situaciones nuevas. Y acá estoy. Tratando de resolverlo todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario