sábado, 15 de junio de 2013

La infinidad de esa noche
hace eterna tu caricia dada,
tu voz punzante 
y tus labios clavados en mi piel.

Necesito las respuestas al verte,
respuestas al por qué
y cómo te amo.
Dime,cariño,
cómo he llegado a amarte tanto?

Sin paradas y sin nada
sigo adelante con el recuerdo en mi mente,
el recuerdo de tu intento fallido,
el recuerdo de tu mirada,
caricia y voz
perdida y amada.

No hay justificaciones,
no hay explicaciones.
Dime entonces, cariño,
qué es lo que hay?

Necesidad de verte, de tocarte,
de besarte y de hacerte.
Hacerte el amor hasta caer 
en el abismo de la infinidad
que nos rodea sin piedad ni estrategias.

Saltemos y bailemos juntos,
como aquellas estrellas 
que danzaban en el mar y sus olas, 
y su saladas cuencas. 

Saltemos y bailemos hasta caer 
rendidos a las arenas desnudas,
que estoy segura que nos contemplan.

Y si el amor es, como dicen, 
semejante al humo, déjame ser tu aire,
amor mío, 
déjame respirarte. 

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